EDUCACIÓN PARA LA PAZ
GRADO DÉCIMO
SESIÓN 4
Desempeño a desarrollar en la sesión:
Actúa en
defensa de su forma de ser y vivir en el mundo, y de otras identidades,
incluso, de aquellas de las que no hace parte o en las que no se siente
representado. (A)
DESARROLLO
La
vinculación a distintos tipos de preferencias deportivas, estéticas, musicales,
culturales, religiosas, entre otras, no necesariamente induce a las personas a
comportamientos agresivos; no obstante, se ha vuelto habitual que algunos
individuos y grupos sociales establezcan formas de identificación excluyentes,
discriminadoras con quienes son representados como rivales y, muchas veces,
construidos como enemigos.
El
testimonio, que a continuación se presenta, de un integrante de una barra brava
de un equipo del fútbol colombiano, ilustra una de las formas más dramáticas de
expresión de la violencia en la sociedad actual.
“YO
SOBREVIVÍ A UNA PELEA ENTRE BARRAS BRAVAS EN BUCARAMANGA”
Conozca el
testimonio de un hincha del Atlético Nacional quien le narró a Vanguardia
Liberal cómo fue una de las riñas que protagonizó en el Parque San Pío de
Bucaramanga varios años atrás.
Santiago,
un joven bumangués miembro de la barra brava del Club Atlético Nacional,
participó en una pelea contra los Comandos Azules de Millonarios en el parque
San Pío de Bucaramanga. Este es su testimonio:
“Era un
sábado, Nacional jugaba contra Chicó en Medellín hace varios años atrás. Todos
acordamos encontrarnos en el parque San Pío para ver juntos el partido en un
bar.
Siempre
nos veíamos temprano para hablar, así que ese día salí a la 1:30 de la tarde de
mi casa, aunque el partido era a las cinco.
Iba
vestido con una camisa de la Selección Colombia, una pantaloneta blanca y unos
tenis Skeachers azules que me gustaban mucho.
Nunca
había querido reunirme con la barra vestido con cosas de Nacional, me parecía
que eso daba mucho visaje.
Cuando
llegué ya había varios parceros; me senté con ellos y empezamos a hablar acerca
del bonche de la semana pasada. Como no había estado, me contaron que los de
Millonarios nos habían corrido del parque y que se habían adueñado de él.
Estábamos
molestos, ese parque siempre había sido territorio de la barra Los Del Sur y
las ‘gallinas’, los hinchas de Millonarios, no podían quitárnoslo. Recuperarlo
era cuestión de honor. La tarde pasó tranquila, cuando todos llegaron nos
fuimos a un bar para ver el partido, pero cuando cruzamos la carrera 33,
aparecieron los ‘tombos’ para hacernos una requisa.
Nos
pusieron contra la pared; yo llevaba ‘la pala’ (navaja) en el bolsillo de la
pantaloneta, pero no me molesté por tratar de esconderla.
A los
demás les quitaron ‘bareta’ (marihuana) y cuatro palas. Yo me quedé esperando a
que me requisaran, pero al parecer los ‘tombos’ se cansaron y nos dejaron ir.
Pensé que estaba muy de buenas, no me habían quitado nada.
Cuando
llegamos al bar pedimos cerveza y nos relajamos. Apenas me tomé como cinco
porque casi no llevaba plata.
En ese
partido ganamos 2 a 0 en el Atanasio Girardot. Íbamos por el título del Torneo
Apertura de la Copa Mustang de ese año.
El triunfo
nos energizó, las cosas habían salido bien y era hora de ir a buscar a las
gallinas para recuperar lo que era nuestro.
Los Del
Sur vs Comandos Azules
Todos
caminamos hacia el San Pío por la calle 45; éramos como quince. Cuando cruzamos
la carrera 33 y los vimos, empezaron a tirarnos piedras y botellas.
Eran
muchos, como 30. Alcanzamos a correr una cuadra, pero un parcero que ya murió,
‘El Tatareto’, paró y nos dijo:
- No, que
va... vamos a darles duro, ¿por qué nos vamos a dejar correr si el San Pío es
nuestro? ¡Esa es nuestra casa!
Esos
gritos nos mentalizaron. Yo fui el primero que caminó hacia el parque, los
demás me siguieron. Ahora era matar o morir.
- ¡Nadie
corra, nadie mira hacia atrás!, grité.
Me fui de
frente, empecé a esquivar las rocas, sólo pensaba que tenía que hacer respetar
a Los Del Sur Bucaramanga y que esas gallinas no nos podían correr.
Me imagino
que todos me siguieron, porque los otros empezaron a retroceder.
Sólo uno
se me vino de frente, creo que le decían ‘El Borracho’, y me pegó con un palo
en la pierna izquierda; me acuerdo porque ahí tenía el celular.
Se resbaló
después de pegarme y cuando lo vimos en el piso, todos nos fuimos encima con
patadas. Yo me alejé del tumulto porque escuché a la gente de los edificios
gritar:
- Déjenlo
quieto, no sean asesinos.
Cuando
volteé a ver, alguien alzó una piedra y se la soltó sobre la cabeza.
En ese
momento me di cuenta que se había formado un trancón; ningún carro había
querido pasar por ahí, también vi que en la otra esquina estaban los supuestos
amigos del tipo.
Las
sirenas de los carros de la Policía empezaron a sonar. Entonces corrí con un
amigo y su novia. Sólo quería coger un bus que me llevara a mi casa.
Cuando nos
subimos, un Policía no lo dejó arrancar y en ese momento encaleté mi pala en el
asiento del conductor, no supe cómo lo hice, todo fue cuestión de segundos.
El policía
nos hizo bajar, nos preguntó quiénes éramos y porqué corríamos. Miró nuestros
antecedentes, nos requisó y como no llevábamos nada, nos dejó ir. Todos salimos
corriendo detrás del bus en que había dejado la pala y lo alcanzamos a las tres
cuadras.
Cuando le
pagamos, saqué mi pala de donde la había dejado.
Me senté
en una de las sillas de atrás, al lado de la ventana y no entendía lo que había
acabado de pasar. Miré el reloj y apenas habían pasado quince minutos desde que
salimos del bar.
Pensé en
los que se habían quedado y confié en que no les hubiera pasado nada. Los tres
nos miramos y lo único que hicimos fue reírnos, no supe si fue por miedo o
porque nos escapamos. De vuelta a la normalidad
Cuando
llegué a mi casa había una fiesta, creo que mi prima estaba cumpliendo años.
Todos me preguntaron en dónde estaba y yo les dije que viendo el partido. Nadie
dijo nada. Tomé aguardiente, me relajé y el tema se me olvidó.
Sin
embargo, tenía miedo de que me persiguieran y de que alguien nos sapiara. Al
día siguiente no quise salir, me quedé todo el día viendo fútbol y me dormí
temprano.
Tres días
después mi mamá me levantó asustada con un periódico en las manos y me leyó la
nota que habían publicado sobre el bonche.
Ahí me
enteré de que ‘El Borracho’ tenía 16 años, que había recibido 10 puñaladas y
que fue intervenido quirúrgicamente.
Mi mamá me
preguntó que si había estado ahí y obviamente le dije que no. Lo único que
podía pensar en ese momento era que los supuestos amigos de ‘El Borracho’ no
habían hecho nada para protegerlo, y que finalmente los que le salvaron la vida
fueron los gritos de la gente de los edificios, que a la larga, fueron los que
nos dispersaron.
No siento
culpa porque el tipo sobrevivió y aunque sigo siendo barrista, ya no busco
bonches, lo que pasó ese día no lo quiero repetir”.
Tomado de
Vanguardia.com (Diario de Bucaramanga) en: http://www.vanguardia. com/santander/region/226715-yo-sobrevivi-a-una-pelea-entre-barras-bravas-enbucaramanga
Del 25 de Septiembre de 2013 (Recuperado el 12 de octubre de 2015)
ACTIVIDAD
Luego de
leer el testimonio, el grupo se organiza en subgrupos de trabajo, garantizando
en cada uno de ellos el balance entre chicos y chicas e hinchas de diversos
equipos de fútbol, para que discutan las siguientes cuestiones. Aunque existen marcadas
diferencias de carácter histórico, social y cultural entre el conflicto
bipartidista de la época de La Violencia y cualquier conflicto local, de carácter
sectario, de la actualidad.
El testimonio
da cuenta de la experiencia de
un miembro de la barra
brava de un equipo de fútbol, en particular, pero teniendo en cuenta la actual
situación de violencia asociada a este deporte, podría ser de cualquier otro,
incluyendo el club de tu preferencia:
• ¿Podrías
destacar rasgos similares en otras
formas de construcción de identidad excluyentes y discriminadoras, a través del
tiempo?
• ¿Cuáles consideras más sobresalientes y por qué?
• ¿Qué aspectos del relato te parecen más impactantes y por qué?
• ¿Qué papel juega el cuerpo o la expresión corporal en la forma como las personas representan su
pertenencia a un grupo (por ejemplo: equipo de fútbol, tipo de música, otros)?
• ¿De qué
modos crees que podemos realizar nuestras preferencias (deportivas, estéticas,
musicales, culturales, religiosas, entre otras) sin menospreciar, discriminar y
ofender a otras personas?
·
Un amigo tuyo es hincha ferviente de un equipo
de fútbol y tiene mucha ira por algo que le hicieron a un compañero de barra,
los aficionados de otro equipo, ¿cómo vas a hacer para evitar que actúe de
manera violenta?
JJJ
El
objetivo del grupo de preguntas de esta actividad es invitar al estudiante a
reflexionar sobre las características de su identidad y la de los demás; cómo
ésta también se configura en y desde el cuerpo (p.e colores en el pelo,
tatuajes con banderas de los equipos de fútbol, pelo corto o largo) y simboliza
su pertenencia a diferentes grupos. Con las preguntas se busca que el
estudiante reconozca las diferentes identidades como fortaleza para la
construcción de una sociedad diversa e incluyente y no como una razón para
discriminar o agredir a los otros. Estas preguntas buscan desarrollar en los
estudiantes las competencias ciudadanas necesarias para prevenir la
discriminación, como por ejemplo el pensamiento crítico y la empatía.
Es
necesario resaltar que la guerra o la paz; la violencia o el respeto a los
otros no dependen solamente de las decisiones de quienes tienen poder, sino,
principalmente, de nuestras acciones y decisiones cotidianas, de la manera como
vivimos y disfrutamos lo que somos, lo que nos constituye; de nuestra forma de
vivir con los otros.
Es
necesario que los alumnos comprendan que la convivencia pacífica se
construye no solo entre pares, con
quienes se consideran iguales o pertenecientes a los mismos grupos sociales,
sino también, y quizás de modo más prioritario, entre quienes detentan formas
distintas de ser y de vivir. Por ello, la exigencia de no discriminación pasa
por la comprensión de procesos y experiencias históricas en las que los
intereses de las partes en conflicto se expresan y sostienen de forma tan
radical y polarizada que alimentan la guerra y la violencia. Este es el caso de
las identidades partidistas (liberales y conservadores) en la época de La
Violencia, pero también lo es el del conflicto interno actual y, en una escala
distinta, el de las barras bravas, de algunos equipos del fútbol colombiano, en
los últimos años.
OPCIONAL: observar el siguiente reportaje que
ilustra la manera como en Ciudad Bolívar los integrantes de tres barras bravas
llegan a un acuerdo de pacificación y no agresión, con el fin de sumarse a una
iniciativa simbólica de plantación de árboles en los cerros como proyecto de
incentivar la vida. Link: http://www.citytv.com.co/videos/433912/pacto-de-paz-entre-barras-bravas
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